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Pibonexia: el trastorno millennial de verse más atractivo de lo que se es

Las redes sociales son las culpables de que, en parte, la sociedad millennial haya desarrollado con más intensidad la pibonexia. Sí, un término que si bien fue acuñado por la comediante española Susi Caramelo como un trastorno en el que las personas ven su atractivo de una manera distorsionada o exagerada respecto a la realidad; es más común de lo que se cree. Y no cabe duda que tengas a algún amigo o compañero en el trabajo con pibonexia.

La pibonexia es un término que proviene de ‘pribón’, un regionalismo español que hace referencia a alguien muy atractivo. Sin embargo, no se trata de otra cosa que el vivir obsesionado con la apariencia de uno mismo o, lo que en términos clínicos, tener dismorfobia. Sus síntomas empiezan, por lo general, en la adolescencia. En su búsqueda por la aprobación (a falta de autoestima) la persona presenta cuadros de depresión.

En algunos casos, se ven perseguidos por la idea de someterse a una cirugía plástica o de resaltar su atractivo en una imagen aún más envidiable de catálogo. Ese defecto físico es vuelto más grave por ellos mismos, o incluso llegan a imaginar que tienen realmente uno afectando su vida cotidiana.

Según los expertos, las edades asociadas a este trastorno oscilan entre los 15 a 40 años, y es también un tipo de trastorno narcisista de la personalidad, en que que – de una u otra manera, el afectado se considera el centro u ombligo del mundo. Poseen un sentimiento de superioridad frente al resto y, de acuerdo al nivel de trastorno que manejen, son bastante arrogantes y poco empáticos. Ahora bien, este trastorno es tratable y la persona puede dejar de sentir esa afección sobre él/ella misma. Como suele suceder en cualquier auto análisis, el primer paso es reconocerlo y acudir por un acompañamiento psicológico.

 

POR MILAGRO URQUIETA

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